Regresamos a casa desde las montañas de Nanwudang con el corazón lleno y los ojos aún brillando por la experiencia vivida. Las enseñanzas del Gran Maestro You Xuande resuenan en nosotros con la fuerza del Dao, y la calidez de nuestra familia en China nos ha dejado una huella profunda.
No existen palabras suficientes para describir la alegría, la gratitud y la conexión que sentimos cada día durante esta estancia. Ahora, con nostalgia, miramos atrás… y ya contamos los días para volver el próximo año.
(Fotos: Mrs. Wang Shucun)

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